Discapacidad Adquirida… a cualquiera le puede pasar

¿Te has preguntado alguna vez las dificultades que tiene que vivir a diario una persona en situación de discapacidad?
Me imagino que la respuesta de la mayoría será NO, antes yo tampoco lo sabía, hasta que me toco sufrir un accidente de tránsito, accidente el cual me dejo con secuelas de por vida. Mi vida cambio radicalmente, antes era una mujer activa e independiente, hoy en día me toca depender de “ayudas técnicas” (bastón, cojines ortopédicos, zapatos ortopédicos, electros estimuladores y más).

No ha sido fácil, mi cabeza no lo ha hecho fácil y la sociedad tampoco lo hace fácil, es heavy comenzar una nueva vida a tus 27 años, una nueva vida en la que nada esta adaptado para ti, una nueva vida en la cual no recuerdas lo que era despertarse sin tener que sentir dolor, una en donde dependes de 3ras personas la mayor parte del tiempo.

Esperar a que lxs demás te comprendan o logren de alguna manera empatizar contigo es difícil porque mi discapacidad y mi dolor no son visibles, por eso es difícil que nos comprendan ya que muchxs nos seguimos viendo “intactos”.

En muchísimas ocasiones me ha tocado oír: no se te nota nada “no debe ser para tanto”, no pareces para nada una persona en situación de discapacidad (negándome en más de una oportunidad estacionamientos exclusivos o filas preferenciales), pero que buen aspecto tienes (y yo por dentro muriendo de dolor), sabes que hay gente que está en peores condiciones que tú y aun así son deportistas, ¡¡y yo quedo como WHAT!! ¡De que me hablan!, lamentablemente la sociedad nos estigmatiza mucho y quiere encerrarnos a todxs en un solo estereotipo.

Una joven mujer, pero grosa activista por la inclusión “@laisi_teincluye” me enseño que la discapacidad se encuentra en el entorno y no en la persona.

Este es solo un pequeño extracto de la realidad que nos toca vivir a las personas que nos encontramos en situación de discapacidad, realidad la cual es desconocida por muchxs, realidad la cual yo también desconocía hasta que me tocó vivirla.