La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aboga por la reevaluación de la clasificación de la marihuana en la Lista I, la categoría más restrictiva de sustancias controladas en el país, junto con narcóticos como la heroína, el LSD y el éxtasis. Actualmente, estas sustancias son consideradas altamente perjudiciales, sin valor terapéutico y sujetas a restricciones legales significativas.
Investigadores de la FDA han concluido que la marihuana posee un menor riesgo de generar dependencia en comparación con otras sustancias de la Lista I. Además, señalan que la marihuana exhibe posibles beneficios para la salud y su uso es reconocido en diversos tratamientos médicos. Aseguran que el riesgo de desarrollar dependencia física o psicológica es bajo o moderado.
A pesar de reconocer que el abuso de la marihuana puede tener consecuencias dañinas, los científicos subrayan que estas son relativamente menos comunes y perjudiciales que las asociadas con otras drogas. En un documento de 250 páginas, destacan que el síndrome de abstinencia de la marihuana parece ser relativamente leve en comparación con el asociado al alcohol, que puede incluir síntomas más graves como agitación, paranoia, convulsiones e incluso la muerte.
Los defensores de la reclasificación proponen mover la marihuana a la Lista III, junto a sustancias de menor riesgo como esteroides, ketamina, testosterona y Tylenol. En la Lista II se encuentran sustancias como la cocaína, la metanfetamina y el fentanilo. Aunque reconocen que el abuso de la marihuana puede tener consecuencias negativas, argumentan que estas son menos comunes y perjudiciales que las asociadas con algunas sustancias actualmente clasificadas en categorías de mayor riesgo.