‘‘Impuesto rosa’’ o ‘‘pink tax’’ es el término para explicar el costo extra que presentan los productos destinados a mujeres, pero que funcionalmente son similares o iguales a los masculinos. Frente a esta problemática, se presentó un proyecto de ley que busca prohibir la diferenciación de precios por razones de género.
La propuesta legislativa fue presentada en septiembre de este año y se encuentra en su primer trámite constitucional, por lo que ahora deberá ser votado en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados y Diputadas.
Concretamente, la norma prohíbe ‘‘ejercer diferenciación alguna sobre precios, calidades técnicas o comerciales o cualquier otro aspecto relevante de los bienes y servicios que comercialicen, fundada en razón de género de los usuarios o usuarias’’.
Por otro lado, la norma también aborda los altos precios de elementos destinados a mujeres, por ejemplo, productos menstruales. ‘‘En el transcurso de la vida de una mujer, el impacto financiero de estas disparidades de precios sería significativo’’, detalla el proyecto.
Cabe recordar que de acuerdo a un estudio realizada por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) durante este año, se reveló que una persona puede llegar a gastar de forma anual en productos menstruales, alrededor de $125 mil.