El Consejo Económico Social y Medioambiental (CESE, por sus siglas en francés) se pronunció hace unas semanas a favor de la legalización del uso recreativo del cannabis en Francia, uno de los países europeos que más consumen esta sustancia.
El CESE, órgano constitucional de función consultiva, propone en su proyecto “una revisión total de la legislación” francesa respecto al consumo de cannabis, que actualmente es “una de las más represivas de Europa”, tipificando multas de hasta 200 euros para los consumidores.
El organismo juzgó de “ineficaces” las políticas actuales de prevención y resaltó que “Francia es el país de la Unión Europea con mayor proporción de consumidores de estupefacientes”.
El 45 % de las personas de entre 15 y 64 años han probado el cannabis al menos una vez en su vida, en comparación con el 27 % de la media europea, según apunta el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT).
“A las políticas públicas en vigor les resulta difícil alcanzar los objetivos de salud y seguridad que les fueron asignados en 1970”, analizó el CESE, que propuso “salir del status quo y evaluar la legislación francesa hacia una legalización encuadrada”.
Su propuesta defiende que “no se sancione más penalmente el uso y cultivo del cannabis a título personal” a las personas mayores de edad, y se penalice únicamente la conducción bajo influencia del cannabis, a la vez que se regula su producción y distribución.
El proyecto sugiere, asimismo, la creación de un impuesto específico dirigido a la investigación del cannabis, la rehabilitación de barrios y el acompañamiento de personas “que han sufrido las consecuencias del contrabando”.
El CESE pidió también que se pongan en marcha “medidas de urgencia para proteger a los menores” y “una verdadera política pública de prevención y reducción de riesgos específicos del cannabis”, centrada especialmente en los jóvenes de entre 18 y 25 años.
